martes, 1 de diciembre de 2015

Centro de prevención de Femicidios.



1-    Femicidio es el acto de matar a una mujer.
2-    El Femicidio es un proceso.
3-    Como todo proceso tiene etapas, cuya culminación es el homicidio de una persona del género femenino.
4-    Al ser un proceso que se desarrolla en el tiempo, mediante una asistencia concreta puede ser prevenido.

Antes de continuar, voy a extenderme sobre el tema suicidio, haciendo una equivalencia con homicidio-femicidio:

1-    El suicidio viene del latín suicidium, de sui, sí mismo, y caedĕre, matar, es el acto de matarse a uno mismo.
2-    El suicidio es un proceso.
3-    Como todo proceso tiene etapas, cuya culminación es la muerte de una persona por sus propios medios.
4-    Al ser un proceso que se desarrolla en el tiempo, mediante una asistencia concreta puede ser prevenido.
5-    Un ejemplo de la teorización de este proceso lo hizo el suicidiologo licenciado en psicología Carlos Boronat, ex presidente del Centro de Asistencia al Suicida:

“Un hecho cotidiano se convierte en una dificultad. Si no es solucionado puede convertirse en una crisis. Pasado un tiempo sin solución comienza a aparecer las fantasías negativas, luego el o los intentos hasta finalmente concertar el suicidio.”

Al observar, por los medios de comunicación, los casos actuales de concreción del femicidio en la Argentina, podemos ver que en la gran mayoría de los casos se reportan hechos de violencia previos, tanto físicos como psicológicos.
La propuesta es crear un centro de asistencia al “femicida” (figura que hace referencia a una persona que piensa en cometer el acto femicida o que ya lo cometió) que opere de manera telefónica y anónima con la finalidad de hacer prevención. A su vez que este centro esté conectado con los centros de salud mental del país, que se encuentran en centros de salud y hospitales, para derivaciones.
El probable femicida, al igual que el suicida poco a poco va viendo una salida. En un caso es la propia muerte, en otro la muerte de la otra.
En la Edad Media la Iglesia Católica consideraba al suicidio como un homicidio contra uno mismo, y por eso era un pecado. Hoy en día algunas psiquiatras sostienen el mismo paralelismo, o hacen la alusión a “dos caras de la misma moneda”.
Esta propuesta se basa a partir de la ley 26.485, ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, sancionada en Marzo 11 de 2009.
La idea es crear una línea similar a la 144 pero para hombres.
También se quiere romper con el binomio víctima – victimario, modo de razonamiento muy simplista.

Causas

Actualmente, el femicida es un ser humano del género masculino que asesina a otro ser humano, por ser del género femenino.
Para comprender esta problemática debemos prestar atención a como es un hombre, es este caso, un hombre argentino inmerso en una cultura occidental-sudamericana y que imagen, por otra parte, que trato tenemos a nivel social-cultural del femicida:
·         En primer lugar, la tendencia general es la supresión desde muy temprano del desarrollo emocional del varón. Partiendo de la concepción del ser humano como ser mente-cuerpo-alma, ser que piensa-hace-siente respectivamente, este hecho que puede graficarse con la expresión “un macho no llora” o “no seas maricón” genera una atrofia emocional que tiene por consecuencia una distorsión, a posteriori, en la relación vincular con una pareja. Hecho que se repite de generación en generación de padres a hijos.
Un ejemplo concreto que suele escucharse de esto, por parte de la persona que cometió el femicidio es: “La maté porque era mía”, dando cuenta de una creencia de base imaginaria de posesión de un ser humano sobre otro ser humano. La ilusión de la posesión, consecuencia de una inmadurez emocional y de una sociedad capitalista, produce la distorsión de la realidad que trae como consecuencia maltrato hacia “la otra”, y en algunos pocos casos hasta la terminación de “la otra”. El modelo de razonamiento basado en una cultura de la posesión, como vivimos, “la otra” es un objeto, y como todos los objetos, son descartables.
·         A su vez, la segunda parte del problema es la estigmatización de la figura del hombre golpeador o de la figura del femicida. Al ser juzgado, este ser humano pasa de hombre a escoria, sin ser escuchado ni entendido. Sin un lugar que lo aloje.
Tomando en cuenta el acto del femicida como un proceso, cuando este hombre tiene fantasías o ideaciones de homicidio, no tiene a donde recurrir actualmente, quedando solo con este proceso y en dirección a ver un camino, la eliminación de “la otra”

Actualmente la sociedad actual trabaja sobre las consecuencias, o la víctima. Mi propuesta es ir a las causas, al llamado victimario. Escuchar en vez de juzgar.

El suicidio es un problema social. El primer estudio del suicidio fue hecho por un sociólogo de nombre Durkheim. Lo mismo ocurre con el homicidio. Es un problema que nos atañe a todos y entre todos debe ser tratado.


Glosario
Femicidio: es el acto de matar a una persona por el hecho de ser mujer.
Femicida: figura que hace referencia a una persona que piensa en cometer el acto femicida o que ya lo cometió.
Cultura de la posesión: Se dice de la cultura dónde todo puede ser reducido a objeto posible de ser poseído y por ende de intercambio o descarte. Muy común de encontrar en sociedades capitalistas del siglo XX y XXI.
Atrofia emocional: Dícese de aquella persona, sea hombre o mujer, que no ha desarrollado sus facultades emocionales a un estado de madurez equilibrada. 
Lic. Francisco J. Piagentini